martes, 17 de junio de 2014

Tibia vara


Llega a la consulta una madre, con su hijo de 21 meses de edad. La madre esta bastante preocupada, me cuenta que el niño desde pequeño tiene las rodillas hacia afuera, pero el pediatra le dice que no se preocupe que no es patológico. El niño anda y corre con normalidad, no presenta ningún problema ni se queja de ningún dolor.


TIBIA VARA EN NIÑOS

El pequeño tiene un genu varo de rodilla con las tibias varas.

Tibia varas es una alteración en el crecimiento normal de la tibia. Se acentúa la angulación hacia adentro de las rodillas que, al estar separadas, se observan como piernas arqueadas.
Los niños desde su nacimiento y hasta los 24 o 30 meses aproximadamente van a presentar un genu varo, que debe ser considerado como fisiológico. Este genu varo fisiológico es el más frecuente y es bilateral, se da en las dos piernas.

El genu varo fisiológico se puede controlar por la separación que existe entre ambos cóndilos femorales internos cuando los maléolos tibiales están juntos, esta separación no debe ser mayor de 6 cm.

Las piernas arqueadas suelen corregirse con el crecimiento, por lo que yo le recomiendo a la madre es una observación del niño durante el crecimiento.

Por lo general la alineación de las rodillas va cambiando con el crecimiento: desde el nacimiento hasta aproximadamente los 30 meses es muy normal observar un varo de rodilla, a partir de esta edad las piernas se alinean hasta conseguir un valgo de rodilla (es lo contrario al varo, sería las rodillas hacia adentro) que aumenta hasta los 4 años aproximadamente. Y a partir de esta edad disminuye hasta los 7 u 9 años en la que la rodilla presentará la alineación que mantendrá el resto de su vida.





Hay que sospechar de alteraciones si una vez pasados los 36 meses, el índice de separación entre ambos cóndilos femorales supera a los 6 cm, el varo persiste y es progresivo. En este caso el médico deberá hacer un diagnóstico diferencial entre algunas patologías que producen el genu varo, como puede ser el raquitismo, la enfermedad de Blount, etc.

En resumen en la mayoría de los casos, si el varo de rodilla es benigno tendrá una corrección espontánea.  Ya que en el evolución del niño la rodilla acabará en una alineación normal, y no precisará de ningún tratamiento más que la observación.

En cambio si el niño presenta un varo patológico, desde la fisioterapia se podría realizar un tratamiento tonificando los siguientes músculos: tensor de la fascia lata, bíceps femoral, vasto externo, glúteo mayor, rotadores externos del muslo, peroneos. A la vez se recomiendan deportes que realicen saltos: baloncesto, voleibol, etc.

¡Espero que esta entrada sirva para tranquilizar un poco a algunas madres preocupadas con sus pequeños!
 

 

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